La quiropraxia es una ciencia que estudia la relación del sistema nervioso y su comunicación con cada órgano y célula del cuerpo. Se esa comunicación se inerrumpe, aparecen las enfermedades.
En una sesión de quiropraxia, se chequea la columna del paciente y eso permite detectar si hay interferencia en alguna vértebra que genera algún problema de salud.
Detectado esa “interferencia”, el quiropráctico debe “ajustar” las vértebras para que la misma pueda volver a su estado natural.
Se trata de un tratamiento que no es invasivo y se puede realizar en personas de cualquier edad.
La corrección de las vértebras se realiza de forma manual y se libera el sistema nervioso para que el paciente se recupere al 100 por ciento, explicó el licenciado en kinesiología y quiropráctico Ismael Bollano.
Cabe destacar que la quiropraxia se puede realizar en forma preventiva, sin necesidad a que haya síntomas en el paciente.