Tener el rostro cansado y envejecido es una molestia para hombres y mujeres. La exposición al sol y algunos factores genéticos hacen que sean más visibles en algunas personas, sin importar la edad que tengan.
Algunas pieles son más propensas al envejecimiento que otras, el estrés, el consumo de tabaco y la falta de circulación sanguínea dejan su rastro en la piel.
La doctora Jimena Patiño de ICERMED, explicó que la piel es como una planta, si no tiene buen riego sanguíneo con actividad física, por más que se la cubra de cremas no tendrá los nutrientes necesarios para mantenerse joven.
En ICERMED incorporaron la tecnología láser que destruye la capa superior de la piel en la cual se producen las arrugas. El láser genera una lesión controlada en la piel mediante calor, destruye esa capa y estimula la capa más profunda. Es decir, que lo superficial se cae y se estimula la producción de una nueva capa superficial.
La doctora señaló que este tratamiento dura entre 30 y 45 minutos, y se realiza 3 o 4 veces al año. Después de realizarlo, se recomiendan 24 o 48 horas de cuidados domiciliarios.
El resultado final es excelente, se eliminan manchas y arrugas de la piel, y el paciente recupera un aspecto jovial y con salud.