La hipertensión es una de las principales causas de complicaciones en el embarazo que pueden afectar a la mamá y al bebé.
Pablo Ortíz, jefe de Terapia Intensiva de Neoclínica, explicó que una mujer que no es hipertensa puede empezar a padecer este problema después de la semana 20 de gestación, y aun así no tener síntomas.
Por eso, desde los primeros controles se recomienda que la embarazada se controle la presión en forma correcta, o que un profesional idóneo lo haga. Si la presión supera los 14.9 en reiteradas tomas, hay que consultar al médico de forma urgente. Si la hipertensión en el embarazo no se trata a tiempo va a seguir subiendo la gravedad de la situación, aseguró Ortiz.
Cuando se detecta hipertensión se puede medicar a la paciente para que continúe su embarazo en forma normal. Pero si se detecta pérdida de proteínas en la orina, ya se habla de preeclamsia, y este cuadro es más grave para la mamá y el bebé.
En la Terapia Intensiva Obstétrica de Neoclínica un equipo interdisciplinario de profesionales trabaja para estabilizar a la mamá y hacer todo lo posible para que el bebé siga creciendo en la panza de su mamá hasta el final del embarazo.
Ortiz aseguró que no hay forma de evitar la hipertensión, pero señaló que con un diagnóstico precoz se puede controlar. Aunque remarcó que las mujeres que han realizado actividad física antes y durante el embarazo han disminuido la incidencia de la hipertensión.
Consultas e informes:
Doctor Pablo Ortíz
Neoclínica