La provincia de Córdoba cuenta con una adecuada infraestructura sanitaria para atender contingencias y accidentes con especies ponzoñosas como víboras, arañas y alacranes. Pero, como dice el refrán popular, es “mejor prevenir que curar”, para lo cual se deben adoptar algunos recaudos al salir de paseo por el campo o incluso en los hogares, sobre todo durante el verano, época en que aumenta la actividad de ofidios e insectos.
En Córdoba se debe tener cuidado con ofidios como la yarará, coral y cascabel. En cuanto a los alacranes, se encuentran el Bothriurus bonariensis y el Tityus trivittatus; este último es el que tiene la cola con doble punta; y tiene un veneno más fuerte. Las arañas más peligrosas son la viuda negra y castaña domiciliaria.
Las víboras e insectos suelen esconderse o anidar debajo de piedras, árboles, pastizales, nidos, cuevas, resumideros (arañas y alacranes), huecos en la pared o el piso, entre otros. También hay que tener cuidado cuando se producen crecientes de ríos y arroyos, ya que el agua puede arrastrar a estos animales a zonas donde habitualmente no habitan.
Para tener en cuenta:
– Evitar caminar descalzo.
– No introduzcas pies o manos en huecos de árboles, piedras, cuevas o nidos.
– Sacudí la ropa y zapatos antes de vestirte, y la ropa de cama antes de acostarte.
– Separá las camas de la pared.
– Observá el piso del baño antes de bañarse.
– Cubrí con tela metálica los resumideros.
– Usá botas de caña alta (de cuero o goma gruesa) cuando se transites por el campo.
– Mantené limpio y ordenado el interior del hogar.
– Limpia las malezas y/o mantené corto el pasto alrededor de la casa o campamento.
– No juntés leña, ladrillos o escombros cerca de la vivienda.
– En los campamentos, cerrá bien las carpas durante las horas de descanso y de paseo; mantené acomodadas las mochilas, bolsas de dormir y otros elementos.
– En las zonas serranas, se recomienda no sentarse en pircas o acampar cerca de ellas.
– Elegí senderos y caminos que sean claros y definidos. Evitá caminar por lugares con pastizales altos o entre piedras ya que son el hábitat natural de las víboras.
Las secuelas de un accidente dependerán de la variedad del ofidio o el insecto involucrado, la edad de la persona afectada (niños y ancianos son más vulnerables) y la cantidad de veneno inoculada. Por esta razón, es de gran utilidad reconocer el tipo de víbora, araña o alacrán que causó la picadura o mordedura, a fin de orientar al médico tratante.