Muchos niños se acostumbran a dormir con sus padres desde muy pequeños y después de un tiempo esta situación se vuelve un problema.
El doctor Sebastián Borghi, pediatra de Neoclínica, dijo que los niños nunca deben dormir en la misma cama que sus padres, e incluso remarcó que a partir de los 6 meses de vida deben dormir en otra habitación.
Que los padres compartan la cama con sus hijos representa un riesgo físico y psíquico para la criatura, según afirmó el doctor Borghi.
El riesgo más importante es la muerte súbita, por aplastamiento o porque la criatura respira en un ambiente viciado de dióxido de carbono.
Borghi explicó que la costumbre de que los niños duerman en la misma cama que los padres nace de las madres que son inseguras y temen estar lejos de sus hijos.
El pediatra aconsejó que los niños duerman solos en una cama con colchón duro, sin almohada y boca arriba.
Consultas e informes:
Doctor Sebastián Borghi
Neoclínica
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