La terapia cognitivo-conductual realiza un abordaje terapéutico que se enfoca en los esquemas mentales, es decir, en las ideas que las personas tienen, en cómo se toman las cosas que les suceden, explicó el doctor Carlos Mías, docente de la UNC.
Esta terapia se utiliza para tratar los trastornos de ansiedad. Uno de los trastornos más comunes son los ataques de pánico, por ejemplo, el miedo exagerado a morirse, a enfermarse, a que algo grave suceda, entre otros, ejemplificó Mías.
Otro tipo de trastorno común son las fobias de tipo social. Cuando las personas sienten temor y evitan el contacto social, implica miedo a hablar con desconocidos o a hablar en público, miedo a andar por la calle, a sentirse observado o expuesto, etc.
El doctor explicó que son muchas las causas que pueden desencadenar este tipo de trastornos. Ellas pueden ser: una excesiva dependencia del pasado, cubrir un deseo como necesidad, los temores encubiertos, el perfeccionismo, la ansiedad condicionada, frecuente en el estrés por traumático, etc.
Mías explicó que cada paciente se evalúa en forma diferente, pero el abordaje terapéutico es de un año. Si supera el año se considera crónico. Durante ese año se espera que los pacientes adquieran competencias para regular la ansiedad y para que aprendan cómo afrontar determinadas situaciones.