Lejos de lo que normalmente se imagina, el parámetro para medir el descanso no está en la cantidad de horas que dormimos, sino en sentirnos realmente descansados. El doctor Pedro Colla Machado, neurólogo de Neoclínica, explicó que se trata de calidad y no de cantidad de horas de sueño.
Con la edad decrece la cantidad de horas que un ser humano puede dormir, y también cambia la arquitectura del sueño. Durante una noche normal, el sueño pasa por distintas fases: sueño rem y sueño no rem, ambas tienen distintas funciones y distintos ciclos a lo largo de la noche.
Cuando el paciente llega a la consulta con un trastorno de sueño, el medico analiza el caso en dos categorías: el insomnio de conciliación (cuando a la persona le cuesta conciliar el sueño), insomnio de mantenimiento (cuando se duerme rápidamente, pero horas más tarde se desvela), o mixto con componente de ambos.
Colla Machado señaló que hay múltiples causas que pueden generar estos trastornos. Uno de ellas puede ser la falta de una rutina de sueño, es decir, cuando no se respeta el horario para levantarse y para acostarse. Sin embargo, hay algunos cambios de hábitos que pueden ser útiles para contribuir para tener un mejor descanso:
- No hacer actividad física intensa a la noche
- No consumir alcohol, café, mate, té o estimulantes como gaseosas después de las 20hs.
- No ver televisión ni leer en la cama. La cable está en “ir a la cama con sueño, no ir a la cama a esperar el sueño”.
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Doctor Pedro Colla Machado
Neoclínica
collamachado@hotmail.com