Liliana Cáceres es madre de cuatro hijos, dos de los cuales tienen diabetes tipo 1.
La diabetes se hizo sentir en los hijos de Liliana cuando eran niños, haciéndolos bajar bruscamente de peso y provocándoles intensa sed.
El diagnóstico fue un gran impacto para la familia, y desde entonces hubo un cambio abrupto en la vida de todos: la alimentación, los controles médicos, los medicamentos, la actividad física, etc.
Liliana asegura que el cambio trajo también un gran aprendizaje para todos. Y desde entonces, cada situación nueva trae una enseñanza progresiva y constante.
Los chicos empezaron a incorporar el glucómetro entre sus pertenencias, la alimentación saludable, etc. Hoy los hijos de Liliana tienen 18 y 22 años, y llevan una vida normal como la de cualquier otro joven de su edad.
Liliana aseguró que es muy importante que los padres de niños con diabetes se vinculen con padres que han pasado por esa experiencia para ayudarse mutuamente.
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